Esta máquina es muy buena, siempre que se conozcan ciertos cuidados esenciales para poner en práctica desde el primer día de uso. Aprender a moverla es sencillo, ya que funciona con software de control básicos, pero para obtener resultados profesionales es indispensable saber diseñar correctamente en programas como AutoCAD, CorelDRAW o similares, y exportar los archivos en formato PLT. No debes intentar dibujar directamente en Moshidraw, ya que su función real es únicamente mover la máquina, no diseñar.

Uno de los errores más comunes es confiar ciegamente en el manual, que suele recomendar el uso de agua a temperatura ambiente. Sin embargo, en regiones cálidas como Cancún, esto no es suficiente: el agua se calienta rápidamente, y el tubo láser puede dañarse en menos de 30 horas de uso, como fue mi caso. Por eso, antes de usar la máquina, invierte en un termómetro y mantén el agua entre 20 y 25 grados Celsius. Puedes añadir cubos de hielo poco a poco, vigilando cómo baja la temperatura de uno o dos grados a la vez. No es necesario temer este proceso, siempre que no bajes la temperatura de golpe. Evitar superar los 30 grados es clave.

También es crucial contar con una buena instalación eléctrica. Muchas casas en México carecen de una toma de tierra física, y esto puede ser fatal para la fuente de poder. La tierra física es fundamental para proteger el equipo contra variaciones de voltaje, pero con frecuencia se omite por motivos de ahorro o desconocimiento. Si rentas, asegúrate de revisar este punto con un electricista profesional.

Otro aspecto técnico fundamental es la alineación de los espejos. Si tu máquina corta con más potencia en un punto del área de trabajo que en otros, no es culpa del tubo láser, sino de la mala alineación de los espejos. En mi caso, el problema estaba en el espejo del cabezal, que no podía ajustarse fácilmente porque las plataformas donde van montados los otros espejos son fijas desde fábrica. Para corregir la alineación, decidí bajar ligeramente el espejo del cabezal. Lo logré retirando un aro de aluminio que lo sujetaba como si fuera una tuerca, y luego fijé el nuevo ajuste aplicando unos puntos de cola loca para asegurar su posición. El resultado fue excelente: por primera vez, la máquina cortaba con la misma potencia en toda el área de trabajo. Aun así, sabía que eventualmente tendría que cambiar el cabezal cuando le tocara mantenimiento.

Otro consejo esencial es no trabajar el tubo láser al 100% de su potencia máxima de forma constante. El uso prolongado por encima del 90% (alrededor de 18–20mA) reduce significativamente la vida útil del tubo. Es preferible cortar a 80% (16mA) de potencia con más pasadas o reduciendo la velocidad, especialmente si trabajas con materiales gruesos. Superar los 16mA con frecuencia lleva a un desgaste prematuro. Esta práctica, aunque común por desconocimiento, puede acortar la vida del tubo a una fracción del tiempo estimado por el fabricante.

En nuestro caso particular, trabajamos ocasionalmente al 100% de la capacidad, sobre todo para cortar materiales gruesos. El tubo duró dos años, pero hacia el final presentó una fuga que provocó una chispa interna, encendiendo una espuma que tenía como amortiguador del tubo (ahora que lo analizo, esa espuma quizá era para proteger el tubo durante el flete, pero por ignorancia la dejamos ahí). Afortunadamente, tenía un extintor a la mano. Esta experiencia refuerza la importancia de respetar los límites de corriente recomendados para evitar riesgos mayores.

En resumen, esta mini láser china puede ofrecer resultados profesionales y un rendimiento duradero si se toman precauciones desde el inicio: buen enfriamiento, protección eléctrica adecuada, no forzar la potencia del tubo y mantenimiento de la alineación óptica. Más que conocimientos técnicos previos, lo que necesitas es la información correcta desde el principio.

Nicolás Torres
Indartec Factory