En 2013 recibimos un correo de una empresa de Puebla, nos enviaban fotos con medidas bien detalladas de sus exhibidores exclusivos, solicitaban cien piezas de cada modelo en promedio.

Después de enviarles el presupuesto nos pidieron un muestrario físico que enviamos incluso incompleto para no invertir más tiempo, les encantó el acabado pero no era la textura que buscaban, esta vez si lo describieron a detalle.

Enseguida enviamos un catalogo físico de suede gamuza para no errar de nuevo, al cabo de unas semanas de ser recibido pidieron otro lote de muestras, está vez solicitamos el visto bueno del presupuesto antes de continuar porque ese detalle no estaba aclarado y estábamos trabajando sin certeza… no obtuvimos respuesta. Solo nos quedó estas fotos de recuerdo tomadas justo antes de ser empacadas y envidas.